Neurólogos buscan parar el párkinson, que afecta a uno de cada 300 navarros

DESDE ANAPAR CRITICAN QUE LOS RECORTES HAYAN PUESTO "LÍMITES" A LOS TRATAMIENTOS

Viernes, 12 de Abril de 2013 - Los profesionales advierten de que hoy en día no existe nada que "cure" esta patología y que hay "muchos fraudes".

PAMPLONA. "Actualmente no hay ningún tratamiento que cure o pare el párkinson. Lo que se está investigando ahora es conseguir medicamentos que permitan que la enfermedad no progrese", señaló ayer la neuróloga Rosario Luquin en la sede de la Asociación Navarra de Párkinson (Anapar) con motivo del día dedicado a esta enfermedad. En este sentido señaló que el reto actual de los profesiones en el tratamiento de la enfermedad del párkinson es conseguir detener esta enfermedad que "afecta a uno de cada 300 navarros".

Junto a ella estuvieron la presidenta de la Anapar, Begoña Gómez y la coordinadora, Sara Díaz de Cerio, que presentaron el lema de este año, ¡Rompe los mitos del párkinson!, con el que se busca "sensibilizar sobre la problemática de esta enfermedad y reclamar a las autoridades que mantengan los tratamientos adecuados", ya que "los recortes en el ámbito sanitario y el descenso del apoyo económico por parte de las instituciones a las asociaciones de párkinson, han provocado que el acceso al tratamiento esté más limitado", critican desde Anapar.

Actualmente las 2.000 personas que padecen párkinson en Navarra se tratan mediante fármacos, cirugía u otras alternativas como la apomorfina en infusión subcutánea o el tratamiento con Duodopa. El objetivo de todos ellos es conseguir contrarrestar el fallo que existe en un pequeño núcleo del cerebro donde se produce una hormona llamada dopamina, lo que provoca que se pierda el control de los movimientos.

En el caso de los medicamentos, Luquin explica que "se garantizan cinco años en los que la persona está perfecta" pero también plantea problemas como las caídas en el bienestar del paciente cuando va desapareciendo su acción. Además, Luquin recuerda que "se debe tomar con el estómago vacío para que se absorba rápido y haga efecto porque si no se puede ver perjudicada su eficacia".

Este problema no se produce en la cirugía, aunque como en todas la operaciones "existe un riesgo". Para que una persona pueda someterse a una intervención debe cumplir algunos requisitos como "ser menor de 30 años y no tener deterioro cognitivo", advirtió Luquin. El objetivo de la operación es introducir unos electrodos que funcionan "como un marcapasos" pero estimulando el cerebro. En el caso de la infusión subcutánea de apomorfina se evitan los riesgos de la intervención quirúrgica pero obliga al paciente a inyectarse cada día, ya sea en varias dosis o en una única llevando una pequeña máquina.

Por último, también se ha desarrollado en los últimos años en Europa el tratamiento con Duodopa, un gel que se aplica mediante una sonda. La ventaja de este último método es que, a diferencia de la infusión de apormorfina, no potencia adicciones previas como la ludopatía, para las que el anterior tratamiento es un riesgo. A la neuróloga le preocupa que "nadie podría utilizar este tratamiento si no estuviera cubierto por la Seguridad Social, por lo que se está limitando el número de pacientes". "En Navarra por ahora esto no ha ocurrido", aseguró.

MÉTODOS FUTURO La investigación en la lucha contra el párkinson sigue experimentando en temas de terapia celular y genética. Pero Luquin advierte de que "todo está en un proceso muy experimental", por eso advierte que "no hay que dejarse poner nada en el cerebro que no sean los electrodos antes mencionados, hay muchos fraudes y hay que tener en cuenta que hoy no existe nada que cure la enfermedad".

Entre las investigaciones más avanzadas destaca la de las células iPS, donde se busca "coger una célula adulta y hacerla embrionaria, joven; reprogramarlas para convertirlas en celulas adultas dopamínicas". A pesar de que hoy estas células no permiten volver a implantarse, se están utilizando para "avanzar en las pruebas con medicamentos". En el caso de la genética, lo que se busca es poder implantar "virus, sin la parte mala, que infecte a las células" con la información previamente administrada para que "hagan lo que queremos", añadió Luquin. Fonte: Noticias de Navarra.es.